sábado, 24 de abril de 2010

Conductas irresponsables... una anecdotilla


Mi hermano había salido a tomar unos tragos con los amigos. Volvió tarde, abrió la heladera y se comió rápida y ávidamente lo único que encontró, que era la comida del perro. Nunca me animé a decirle nada, pero eso sí, cuando al otro día se quejó de mucho dolor de cabeza, sin que se diera cuenta, llamé al médico. Su consejo fue: "Si empieza a correr atrás de los gatos, tráigalo".
***
Gracias por la imagen, zuehrenogris !

No hay comentarios:

Publicar un comentario