El otoño glorioso pinta de amarillos
las veredas crujientes que murmuran al paso
de la gente en dos ruedas que abrigada va.
El gato entorna los ojos
y la tibieza lo transporta a los cúmulus nimbus
que pronto van a caer en cristalitos limpiadores
de alguna nostalgia perdida
que se quedó en el estival ayer.
Sin que lo convoques
con murmuraciones
con tibias nociones de sol amarillo
otoño glorioso
pinta de amarillo
crujientes veredas
de filosofía.
A veces rabioso
a veces con brillo
vienen a tu encuentro
sin que los convoques
vienen nostalgiando
y condimentando
el suelo pedregoso
un poco humedoso
un poco lodoso
simurmuraciones
de tibias nociones
de filosofía
precio moderado
vienen raudamente
muy tranquilas raudas
aunque no las busco
las encuentro siempre
de tu garrita
gato
asambleísta perseverante
de las noches de luna
y de las tardes de otoño
adalid por igual
de los días días
y de las noches noches
de los complicados humanos.
Es tu juego gato
juguemos.
Hoa amiga Net; Sabemos que donde hay un gato simpre habrá la cálida armonía del maullido lejano, patita acariciadora o el ronraneo adormecedor. Bellos animalitos en las tardes de un otoño de colores ocres.
ResponderEliminarBesiños desde la primavera de España, hermana pequeña de B. Aires.
Rosa María
oiga... mire que si me invitan, yo juego.
ResponderEliminarme encantó el texto.
y digo que me encantó porque encuentro imágenes brillantes...
"asambleísta perseverante
de las noches de luna"
"sin que los convoques
vienen nostalgiando"...
lindas imágenes, me parece que me las llevo...
Hola Rosa María, eso era lo que estaba en mí justamente, la esencia de la calidez del gato en esta estación del año que invita tanto a la ensoñación... Gracias por la gentileza de tus comentarios.
ResponderEliminarHola Gato. Ya con ese nick no tengo cómo no amarte mucho (felinamente hablando, claro). Qué bueno que te gustó mi juego de hojas amarillas... Gracias por tus palabras tan lindas :)