Los gatos son tan pero tan curiosos que llegan al extremo de poner en riesgo su propia vida, con tal de investigar algo extraño o salir de dudas de algo que les parece inusual o fuera de lo rutinario. Hay que tomar las precauciones que ellos no toman, no dejar cacerolas con aceite caliente destapadas a su alcance, ni ventanas altas abiertas si no vamos a estar por ahí, ni de par en par la puerta del frente que da a la calle de mucho tráfico si el gato no está acostumbrado a salir al exterior.
miércoles, 3 de febrero de 2010
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