Si quiso el azar que nos tocara un gato, de esos que siempre andan haciendo lío, no tenemos que sentarnos a rezongar ni quejarnos ni gritar. Tenemos que estudiar con paciencia, qué es lo que el animalito querrá enseñarnos. Tanta rebeldía natural debe tener un por qué. Nos harán falta distracciones ? Será que últimamente andamos demasiado graves o demasiado rutinarios ? No estamos prestando atención al más chiquito de la casa ? También los animales precisan de nuestra atención, que les hablemos un poco y les juguemos.
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